En el mundo de la restauración, las cadenas de comida rápida han demostrado ser modelos de negocio de un éxito indudable. Estamos ante negocios a gran escala que han sido y son capaces de adaptarse a los cambios del mercado, optimizar sus procesos al máximo, y continuar expandiéndose gracias a su rentabilidad.
En Manageat creemos que estas cadenas pueden servir de guía, en muchos casos, a otro tipo de restaurantes o negocios gastronómicos para una gestión mucho más eficiente. Y por eso, dedicamos este artículo a ver cuáles son claves de su éxito, aquellas que sustentan el tan exitoso modelo del fast food.
Cadenas de comida rápida: puntos clave de su éxito
Los logros de las cadenas de comida rápida no son fruto de la casualidad ni de un golpe de suerte, sino más bien de la aplicación de estrategias diseñadas al detalle, que llevan a estos negocios a funcionar de manera muy eficiente.
1. Estandarización de procesos
Es la norma que las cadenas de comida rápida trabajen con procedimientos altamente estandarizados, que van desde la preparación de alimentos hasta la prestación del servicio o, incluso, las estrategias de fidelización. De esta manera, se garantiza la consistencia y la calidad, que será exactamente la misma en cada local. Aspecto éste, fundamental y muy apreciado, en general, por los clientes.
2. Rapidez en el servicio
La optimización de los tiempos de servicio en un negocio de F&B es esencial, y no solo en cocina. Por ejemplo, si pensamos en un restaurante la uso, hablamos del tiempo entre plato y plato, el de tomar la comanda, al llevar la cuenta, al confirmar una reserva… En fin, el tiempo es un factor primordial que repercute directamente en la satisfacción del cliente, y en las cadenas de comida rápida han sabido reducir al máximo posible esos tiempos.
Mediante sistemas de producción perfectamente optimizados, estas cadenas de restauración son capaces de atender a un número muy elevado de clientes en muy poco tiempo. En la mayor parte de los casos, los usuarios de estos servicios van buscando precisamente eso: un lugar en el que puedan ser atendidos con celeridad, un elemento clave en nuestro modelo de sociedad actual.
3. Ubicaciones estratégicas
Los restaurantes de estas grandes cadenas estudian concienzudamente su ubicación antes de abrir un nuevo local. Así, se establecen, principalmente, en zonas de alto tránsito como centros comerciales, áreas urbanas muy pobladas, aeropuertos, estaciones de tren… De ese modo, se aseguran un flujo constante de clientes.
4. Modelos de franquicia
Muchas cadenas de comida rápida operan bajo este esquema de franquiciado, lo que permite una rápida expansión mientras mantienen control sobre la marca y los estándares de calidad. Además, supone una buena oportunidad de negocio.
5. Innovación tecnológica
La incorporación de tecnologías, como quioscos de autoservicio, apps para pedidos, o sistemas de gestión digital, entre otros, agilizan operaciones y mejoran la experiencia del cliente, a la vez que les permite dedicar sus recursos humanos a otras tareas más intensas.
6. Adaptación a las preferencias locales
Aunque tienen un menú global, estas cadenas adaptan ciertos productos a los gustos y tradiciones de cada mercado. Por ejemplo, si pensamos en la mayor cadena de hamburguesas del mundo, podremos encontrar elaboraciones diferentes, según las preferencias del público local. Hamburguesas con picante en la India, mayores opciones de pescado en Japón, etc.
7. Estrategias de marketing
Indudablemente, las cadenas de comida rápida invierten buena parte de sus recursos en campañas publicitarias de alto impacto, promociones y colaboraciones con celebrities o influencers. Su estrategia de marketing es, sin duda, un pilar fundamental en su éxito.
8. Economías de escala
La gestión de las compras se realiza a muy altos volúmenes. Obviamente, esto ayuda a mantener precios muy competitivos, y que, en caso de subida, no tengan una repercusión notable sobre el cliente final.
9. Capacitación continua
La formación continua es clave para todos los empleados. Ya que de esta manera estarán capacitados para ofrecer un servicio eficiente y, sobre todo, uniforme.
10. Oferta variada
Aunque se especializan en un tipo de producto, estas cadenas suelen ampliar su menú para incluir opciones que atraigan a distintos segmentos, como vegetarianos, celíacos o personas que buscan alternativas saludables.
11. Sostenibilidad y responsabilidad social
En muchos casos, las cadenas de fast food están implementando iniciativas para reducir la huella ambiental. Un claro ejemplo son los envases reciclables. O incluso los menús en los que recursos como el agua no tengan un peso específico tan importante.
12. Fidelización del cliente
Es obvio que los programas de puntos, los descuentos exclusivos y las promociones por fidelidad son estrategias fijas y continuadas, con el objetivo de mantener a los clientes siempre alerta.
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El negocio de las cadenas de comida rápida se encuentra en continua evolución y se adapta a las tendencias y necesidades de su público. Son, en realidad, un ejemplo de éxito, del cual otros modelos de restauración diferentes podrían inspirarse en numerosos aspectos. ¿Te ayudamos?