Hoy en Manageat, tus expertos en gestión gastronómica, nos apetecía mucho hablar de la IA en restauración, un mundo tan apasionante como desconocido aún para la mayoría de nosotros, humildes mortales;)
Y no porque la IA no esté presente en nuestras vidas. Al contrario. Casi cualquier aspecto de nuestra cotidianeidad tiene relación directa o indirecta con algún tipo de tecnología gobernada por la inteligencia artificial. Cada segundo que pasa es un paso adelante en el perfeccionamiento del machine learning y la IA, un avance en la mejora de nuestra forma de vida en prácticamente cualquier sector, cualquier ámbito, cualquier área.
El fabuloso mundo de la IA
La inteligencia artificial es tan sorprendentemente veloz que en un abrir y cerrar de ojos -como quien dice- hemos pasado de tener que rebobinar los cassettes a simplemente pedirle a un aparato con forma de pequeño altavoz que reproduzca nuestras peticiones musicales al instante. Y así lo hace.
Dejando a un lado la nostalgia ochentera y sin intención alguna de banalizar el tema -ni mucho menos-, nos ponemos algo más serios. Pues la IA es a día de hoy capaz de predecir la estructura de millones de proteínas en apenas media hora; un hito que hasta el momento había costado a los científicos toda una década, y para definir únicamente la estructura de una sola proteína. Es decir, las mejoras en la ciencia y en la medicina impulsadas por la inteligencia artificial han sido más que destacables.
No en vano, el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica de este año ha recaído sobre cuatro pioneros en el desarrollo de la IA. Entre ellos, Demis Hassabis, uno de los fundadores de DeepMind, compañía perteneciente a Google y líder en investigación e innovación en este campo. Lo que pretenden estos genios, en acto y en potencia, es imitar el funcionamiento del cerebro humano y conseguir que las máquinas -dentro de las fronteras de una ética muy bien definida- sean cada vez más y más inteligentes. Por supuesto, dichas máquinas siempre tendrán sus limitaciones… O eso creemos ahora.
Entonces, si la ciencia, la tecnología y la inteligencia artificial unidas pueden aspirar a imitar el cerebro humano, ¿podemos imaginar lo que pueden llegar a conseguir si viran hacia objetivos mucho más humildes, como son los que plantean el sector de la hostelería y la restauración? Posiblemente nunca dejarán de sorprendernos.
La IA en restauración en la actualidad
Aunque no lo creamos, o más bien no seamos conscientes de ello, la IA en restauración lleva un tiempo considerable haciéndonos el trabajo más sencillo. De hecho, sin sus aplicaciones, a las que ya nos hemos acostumbrado con holgura, no sabríamos quizá desenvolvernos en nuestro negocio gastronómico. O nos costaría un esfuerzo sobrehumano. Para que te hagas una idea, la IA en restauración ya está presente en muchas de las operaciones de nuestra jornada laboral. Veamos.
Asistentes virtuales
Hablamos de chatbots de los que se insertan en la web o de aquellos de voz que sirven para la gestión de reservas telefónicas. Estos asistentes son un claro ejemplo de IA. En restauración, como en tantos otros campos, tienen numerosas aplicaciones. Cierto que deben perfeccionarse, pero aún así suelen cumplir con sus objetivos. Si quieres saber más, puedes consultar nuestro artículo sobre chatbots para restaurantes.
Quioscos de autoservicio y autopago
Una solución de IA en restauración relativamente reciente, que se está extendiendo, sin embargo, con gran rapidez entre los negocios del sector. Además de la optimización de tiempo y esfuerzo que suponen estos sistemas POS con respecto a tu personal, los quioscos de autopedido resultan muy atractivos para el cliente. ¿Por qué? Pues porque el cliente es cada vez más digital, el factor novedad también le atrae, y porque además le da total libertad y mejores referencias (visuales) que en una carta en papel para hacer su elección. Todo un acierto.
Software de previsión de ventas
O incluso de previsión de pedidos y gestión de almacén. Algo con lo que sueña todo restaurador, una aplicación que le permita saber cuánto comprar en función de los clientes que van a acudir a su negocio gastronómico. Algo normalmente imprevisible pero que la IA en restauración está convirtiendo poco a poco en una realidad.
Robots camareros
Quizá no están todos los que son ni son todos los que están. Traduciendo, no todo lo que está robotizado -o automatizado- pueda encuadrarse dentro del machine learning y la inteligencia artificial. Ya que no todas estas máquinas incluyen la tecnología de la IA, capaz de procesar un conjunto de datos y utilizarlos para conseguir un objetivo o llevar a cabo una determinada tarea. En resumen, puede que el brazo de Flippy, el robot que hace hamburguesas, no sea un ejemplo de IA en restauración. Pero sí que lo es, por ejemplo, Flippy 2, su versión mejorada.
Qué nos traerá la IA en el futuro
Existen muchas más soluciones de IA en restauración que ya se están usando o que en breve se implementarán en gran cantidad de negocios. Pero, ¿hasta dónde podemos esperar que llegará la inteligencia artificial aplicada a los negocios gastronómicos y en la industria de F&B? Pues puede que consiga predecir lo que vamos a querer comer antes incluso de haberlo pedido. En cierto modo, ya sigue un poco esa estela también el geomarketing. Sería como una versión hiperactualizada del cárdex de un hotel o del CRM de alojamientos y restaurantes: anticiparse al deseo del huésped y comensal respectivamente. ¿Te imaginas tu plato favorito servido en la mesa antes incluso de que tú mismo lo hayas pensado? Quizá está más cerca de lo que crees. Y mientras reflexionas, te dejamos con este interesante artículo sobre el tema de la IA en restauración. ¡Hasta la próxima!
