La moda de los drones, ¿para el food delivery?

¿Drones para food delivery? Pues, sí. Aunque esta aplicación tan específica de llevar comida digamos que continúa en periodo de pruebas. Y es que a estos mini-robots voladores todavía les queda mucho camino por recorrer, más aún en el mundo de la gastronomía. Pero sobre todo, falta una legislación urgente que regule su uso.

De todos modos, verlos los hemos visto y los veremos en un futuro (o eso creemos) repartiendo pizzas, que es lo más socorrido, y puede que hasta sopas o pucheros. La tecnología avanza más rápido que nosotros y más deprisa de lo que pensamos. El problema para que no se extienda tan fácilmente su uso está, más que en la logística de entrega (que también), en el vacío legal ya citado, y en su coste. Porque aunque muchos se empeñen en que una entrega con un dron pueda suponer un coste variable tres o cuatro veces menor que la que hace un humano, hay que sopesar también los gastos y los empleados que hay detrás de su uso y mantenimiento.

En Manageat, te hablamos hoy sobre estos aparatos y su aplicación en el envío de comida. Además de las que consideramos son las ventajas de los drones para food delivery y los inconvenientes que les vemos. Esperamos que te resulte interesante.

Drones para delivery

Breve origen de los drones

Los aviones no tripulados, antecedente y origen de los drones actuales, surgieron a mediados del siglo XIX con una utilidad estrictamente militar. De hecho, hasta hace poco el uso bélico/militar era su principal cometido. Si te interesa este tema, puedes leer este artículo de Baquero. Aunque otros autores atribuyen la idea original a Tesla, y la creación de los primeros drones a los hermanos Breguet y a Charles Richet allá por los inicios del siglo XX.

La existencia de estos drones tal y como hoy los conocemos es relativamente reciente. En primer lugar, es a partir de 2002 en Estados Unidos cuando se comienzan a usar los drones fuera del ámbito militar. Pero no será hasta 2010 cuando los primeros drones con wi-fi y cámara de vídeo y fotográfica empiecen a desarrollarse y circular por nuestros cielos. Desde entonces y hasta hace bien poco, los drones se utilizarán para la mensajería, la obtención de imágenes o información periodística, o en espectáculos. O, incluso, para rastreos o medidas de salvamento, etc.

Dron para food delivery

Los primeros drones para food delivery

El origen de los drones para food delivery parece ser que data de 2015/2016 en Nueva Zelanda, en donde se realizan las primeras entregas de comida a domicilio por parte de un dron. De la mano de Domino’s Pizza y de la americana Flirtey, que adaptó uno de sus robots voladores al delivery de comida, surge esta iniciativa que le da una nueva utilidad a estos robots. Y de paso abre otras posibilidades para el mundo del delivery. Flirtey pasó después a llamarse SkyDrop y, más tarde, terminó aparcando su flota por la bancarrota.

Cierto es que los drones para food delivery (y más cosas) no tardará en extenderse a otros países. Aunque la realidad es que, por unos u otros motivos, su aceptación y su uso se han quedado algo estancados. Ahora veremos algunas de las posibles razones.

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En la actualidad, tenemos a Wing, entre otros; es parte de Alphabet, la tecnológica cuya principal filial es el gigante Google. Wing reparte lo que le pidas (casi). Desde medicamentos hasta libros, pasando por cafés calientes por tres continentes. Parece prometedor.

Drones para food delivery en España

Como decíamos antes, la moda de los drones para food delivery se extenderá por varios países. Pero sus limitaciones son aún tan notables y numerosas, lo que hace que el servicio sea bastante reducido. En España, por ejemplo, sí que existe la entrega de comidas con drones, pero por el momento sólo se hace a yates y en Baleares.

Ha sido Drone to Yacht junto con Aerocámaras, quienes pusieron en marcha esta atractiva iniciativa que de momento cuenta con un mercado muy luxury pero bastante restringido. Su intención, sin embargo, es importar su modelo de negocio por territorio nacional e internacional. Y están en ello. Desde luego que lo están haciendo bien, pues ofrecen un servicio original y exclusivo. Pero, volvemos a insistir, las trabas e impedimentos con los que se pueden ir topando no serán pocos. De hecho, estos drones sólo pueden repartir por el mar.

Fuente vídeo: yachting-pages.com

Ventajas del uso de drones para el reparto de comida

Es indudable que contar con drones para food delivery tiene que tener ventajas y seguramente no pocas. Aunque, como venimos diciendo, aún les queda recorrido para convertirse en una práctica habitual.

  • Aumento de la rapidez en la entrega. Por descontado que un rider de carne y hueso no puede hacer una entrega en un máximo de 5 minutos y menos si la dirección se encuentra a 8 km de distancia. Es obvio y muy práctico el hecho de que no están sujetos a las normas de tráfico y circulación. Por ahora.
  • Disminución de la huella de carbono. Al igual que los automóviles, existen varios tipos de drones según su fuente de energía, cada uno con sus ventajas e inconvenientes. Los hay híbridos que mezclan la energía eléctrica y el combustible fósil (gasolina), otros que sólo utilizan una batería recargable o los que se sirven sólo de gasolina, aunque son los menos. Los últimos modelos de drones están siendo fabricados teniendo muy presente el factor cero emisiones. Así, los conocidos como drones verdes están mejorando el motor de estos aparatos al utilizar batería eléctrica junto con una pila de hidrógeno. Muy probablemente, y hasta que se defina el grado de contaminación de las baterías que utilizan los drones cuando ya no sirvan, la emisión de gases será menor que la de los riders que vayan en moto. Pero si van en bici…
  • Incremento de las ventas por el factor novedad. Una ventaja de la que se pueden servir los restaurantes pero sólo en el corto y medio plazo. La novedad producirá un aumento de las ventas al inicio de la implantación de los drones para food delivery en un lugar determinado.
  • Trabajo de mayor calidad. Puesto que hará falta mano de obra humana para manejar, supervisar, reparar estos drones, queremos creer que la calidad del trabajo que ofrezcan estos nuevos puestos será mejor que la que tiene ahora cualquier repartidor de comida. Pero, tendrán que prepararse ellos o la propia empresa, si le sale a cuenta, claro.
  • Aparente ahorro de costes para la empresa o negocio gastronómico. Puede que los costes variables sean menores, puesto que la plantilla se vería reducida. Pero la inversión inicial y el mantenimiento de estos aparatos es algo que no puede permitirse cualquiera.
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Drones para food delivery

Inconvenientes

Como todo en la vida, arrancar es lo más complicado. Pues en el inicio de cualquier actividad es donde se suelen presentar más dudas, problemas e impedimentos. Falta de experiencia, falta de rodaje, imprevistos que el tiempo acabará convirtiendo en sabiduría. En fin, ¿quién sabe qué pasará con los drones para food delivery?

  • Escasa autonomía del dron. Este factor probablemente irá desapareciendo con el tiempo, pero por el momento es una clara limitación.
  • Dudosa resistencia a los fenómenos meteorológicos. Una ráfaga de viento, lluvia fuerte o cualquier otro fenómeno que un repartidor puede sobrellevar sin mucho esfuerzo sería un verdadero problema para los drones de food delivery. Al parecer, el modelo más resistente a las inclemencias del tiempo es aquel que cuenta con ocho hélices.
  • Posibles accidentes. Con aves o con los propios clientes a la hora de la recogida.
  • Vacío legal para regular su uso. Porque la utilización de estos aparatos en el mundo civil aún no está convenientemente regulado. Cuando los drones, tengan el uso que tengan, se conviertan en algo habitual en nuestros cielos la gestión y el “reparto” del espacio aéreo traerá muchos dolores de cabeza.
  • Alcance geográfico limitado. Ni se puede llegar a todos sitios, ni compensa económicamente.
  • Alto coste de una flota completa de drones. Y es que sabemos muy poco sobre su vida útil, sus costes de mantenimiento, sus posibles averías… Tan sólo las grandes empresas como Uber, Glovo, Google, etc., pueden permitirse una inversión en esta tecnología.

En conclusión, los drones y los robots terrestres para repartir comida han venido para quedarse. Pero el camino todavía es largo hasta que se conviertan en nuestros repartidores habituales. Los inconvenientes que aún acarrean y las pequeñas (o no tan pequeñas) cosas que hay que pulir harán que el proceso se ralentice un poquito más, quizá, de lo que a nos gustaría. Entretanto, algunas empresas del sector ya están ofreciendo soluciones. Como por ejemplo, Airbone Drones, que está adaptando sus drones para el sector específico de la entrega de comidas a domicilio. Con sus peros y sus particularidades, como el estado y temperatura del alimento, el ruido del dron o la entrega al cliente, para los que busca y propone remedio. En la vida, todo es una cuestión de tiempo;)

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