Seguro que no te imaginas lo importante que puede llegar a ser la presentación de platos en un restaurante o departamento de F&B. Tanto, que puede incluso quitarnos clientes, pero también atraer a otros nuevos. No es cosa aconsejable, por tanto, eso de echar la comida sobre el plato, servir y listo. En absoluto.
Por eso, desde Manageat, siempre tratando de ayudarte con la gestión de tu negocio gastronómico, te hablamos hoy sobre la influencia que tiene la presentación de tus platos en el éxito de tu restaurante. ¿Nos acompañas?
Ventajas de una buena presentación de platos
Sin duda, la correcta y adecuada presentación de platos no puede traer más que beneficios para el local. Si además, tenemos la virtud de darles un toque maestro y una decoración original, el éxito está asegurado. Eso sí, siempre que la comida no desmerezca, faltaría más;). Entre las ventajas más importantes que un plato bien presentado aporta al global del negocio, en Manageat queremos destacar las siguientes:
- Mejora tu imagen y tu reputación online. Como es obvio, si tu comida además de estar excelente resulta apetitosa a la vista, casi que ya tienes ganado mucho. No olvides que siempre se ha dicho que la comida primero entra por los ojos. Además, si la presentación de platos es deficiente, harto talentoso ha de ser el que consiga hacerle una foto digna de darle publicidad. Es decir, que esas imágenes no te van a hacer ningún bien. Por el contrario, si la comida llama la atención por deliciosa sin haberla siquiera probado aún, los enamorados de las redes estarán como locos instagramando tu obra culinaria. Y de ahí, tu imagen y tu reputación online se verán siempre favorecidas. Nunca mejor dicho;)
- Puede determinar la satisfacción del cliente. La presentación de platos puede influir en la satisfacción del cliente. Tanto positiva como negativamente. Si el plato está dispuesto con armonía y si la vajilla acompaña, buena parte del paladar del cliente ya estará conquistado, incluso aunque ni siquiera haya probado el manjar. En el caso contrario, si la comida está perfecta y bien dispuesta, pero el plato (esta vez hablamos de la vajilla) tiene algún desperfecto por pequeño que sea, entonces, mejor será dar media vuelta y pasar de nuevo por cocina.
- Te ayuda a diferenciarte de la competencia. Imagina dos restaurantes tradicionales en el mismo barrio, con un producto muy similar, una atención al cliente impecable, un local del mismo corte, y unos precios también parecidos. ¿Qué puede hacer que tu restaurante destaque con respecto al otro? Efectivamente, la presentación de platos puede ser una baza a tu favor. Y conseguir que te elijan entre varios competidores con una oferta de experiencias, productos y servicios en la misma línea.
- Posibilita la captación de nuevos clientes. Al igual que puede resultar en un aliciente más para fidelizar a tus clientes, un plato bonito, con estilo y, si es posible, que sorprenda al comensal, te puede ayudar a captar nuevos nichos de clientes. Sobre todo, a aquellos de generaciones que creías más inaccesibles, como la Generación Z, por ejemplo, incondicionales de las redes sociales y la vida digital.
Algunos consejos básicos
En Manageat tampoco pretendemos darte una clase magistral sobre técnicas de presentación de platos, aunque a título curioso citemos algunas. Entre otros motivos, porque cada restaurante tiene su propio estilo, concepto e idea. Y porque además, la libertad artística que gobierna la presentación de platos es algo tan subjetivo como personal. Lo que sí nos gustaría es darte algunas pautas básicas para que, como poco, los platos sean servidos lo más correctamente posible.
- Platos que no rebosen. No sólo por el efecto poco positivo que proyectan (descuido, hartazgo, más cantidad que calidad, etc.), sino también porque cada vez estamos más concienciados todos acerca de la importancia de reducir el desperdicio de alimentos. Además, un plato a rebosar será muy incómodo para el cliente a la hora de manejarse para comerlo.
- Olvídate de poner a todo la misma base o guarnición. Y también del horror vacui en los platos. Existe un buen número de negocios gastronómicos que llenan el plato con guarniciones interminables (que a menudo son las mismas), y que por lo general acaban en la basura. Ni le hace bien a la presentación del plato (mejor no tan lleno), ni al cliente (lo satura). Pero tampoco a tu cuenta de resultados ni al medio ambiente, pues, como te decíamos, la mayoría de las veces esos alimentos se desperdician.
- Juega con el color de la comida y la vajilla. Regla estética imprescindible en la presentación de platos. Lo más cómodo, funcional y a lo que más se recurre es al color blanco, pero las posibilidades son infinitas. Se trata simplemente de conjugar comida y plato de la manera más armónica posible. Por eso, elegir bien el OS&E es tan importante, más de lo que parece. Y es que la vajilla puede arruinar una delicatessen, por muy delicatessen que sea. Por cierto, trata de que la presentación de tus platos vaya acorde con el tema de tu restaurante.
- La colocación de los ingredientes es fundamental. Máxima de primero de cocina y regla esencial para triunfar en este mundo de la gastronomía y la restauración. Al igual que en la vida misma, el orden es importante en un plato. Bueno, más bien podemos afirmar que un plato desordenado es que ni nos va a apetecer probarlo. No hace falta que seas un artista; que si lo eres, mejor que mejor. Lo importante es que tu obra transmita armonía. Y en caso de duda, apuesta siempre por una presentación simple.
- Procura encargar a profesionales las imágenes de los platos. Para tu web o para tus campañas publicitarias. Pero por mucho que tengas el último modelo de smartphone o se te dé de maravilla lo de echarle fotos a todo, con la comida no se juega;). Mejor ponerte en manos de fotógrafos profesionales, porque harán verdaderas obras de arte con tus platos. Y la repercusión de esas imágenes será más positiva que si las fotos son de tu cosecha propia.
Tipos de emplatado
Por último, y a título curioso, queremos citar algunas de las técnicas de presentación de platos que se conocen a día de hoy. Con varias denominaciones que generalmente apuntan a lo mismo, las principales serían las que siguen:
- Tradicional. Cada alimento en su sitio y un sitio para cada alimento. Y todos a la vista para el comensal. Rápido, sencillo y efectivo.
- Simétrico. Dos partes e ingredientes dispuestos como si de un espejo se tratara.
- Asimétrico. También se divide el plato en dos mitades, pero en este caso no existe simetría entre ellas.
- Rítmico. Se disponen ingredientes en una disposición repetida en el plato para darle un cierto ritmo a la composición.
- Circular, central o epicentro. Alimento central destacado y en círculo a su alrededor el resto de ingredientes.
- Triangular o romboidal. Presentación de platos siguiendo esta figura geométrica.
- Cuadrado, horizontal o armónico. Como el anterior, pero la disposición forma un cuadrado.
- En escala. Aquí encontramos los alimentos dispuestos en distintos tamaños, y de manera proporcional.
Y entre todas éstas, imagina las distintas variantes que pueden surgir. Elige las más adecuadas al concepto e idea de tu negocio gastronómico y triunfa con la mejor presentación de tus exquisitos platos.
