El packaging para restaurantes está cobrando protagonismo en los últimos tiempos. Debido, por un lado, al perfil cada vez más digital del cliente, y por otro, y en gran medida, a las circunstancias económico-sociales que priman en estos momentos. Aquel negocio gastronómico al que nunca jamás se le había pasado por la cabeza preparar comidas para llevar, haya quizá encontrado ahora en ello un suspiro de esperanza para seguir adelante. Los servicios de take away y delivery han aterrizado sin prisa o para quedarse definitivamente en el canal HORECA. Por ello, hoy en Manageat, expertos en gestión de negocios gastronómicos queremos incidir en una serie de aspectos que deberías tener en cuenta para elegir el packaging perfecto para tu bar, restaurante o departamento de A & B. Porque el packaging puede convertirse en un fructífero aliado para reforzar tu imagen de marca y la relación con tus clientes. Así que, procura no tomártelo a la ligera.
Imprescindible que la comida se mantenga fresca y protegida
Y, por supuesto, que llegue al cliente en buen estado. Es decir, cuando elijas el tipo de envase para tu take away o delivery, estos dos elementos son los primeros que tienes que tener en cuenta. Uno, que la comida se mantenga fresca o que guarde la temperatura si se trata de un plato caliente. El control de la temperatura es esencial tanto por higiene, como por la satisfacción del cliente. Y dos, que el envase proteja la comida de cualquier factor externo indeseable. Lo ideal será que cuando el cliente abra el envase, el plato esté prácticamente en las mismas condiciones que cuando se le sirve en la mesa de un restaurante.
Escoge el material de packaging para restaurantes que mejor se adapte a tus platos
Hoy en día existen numerosas opciones de packaging para alimentos ya cocinados. Cada envase ofrece una serie de propiedades y puede resultar más o menos idóneo para unos platos u otros.
Packaging para restaurantes en plástico
El plástico, por ejemplo, es uno de los envases más versátiles, pues puede servir para microondas, para platos fríos o calientes, puede incluir cierre hermético. En fin, son aptos para cualquier tipo de platos y de restaurantes. Sin embargo, y como todos sabemos ya sobradamente, nuestros mares y océanos están repletos de este indestructible huésped. Aumentar el consumo de plásticos no resultaría muy sostenible y además, le haría un flaco favor a nuestra imagen de marca.
Envases de cartón
Después tenemos el cartón, que es la opción de packaging más sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Ideal para alimentos sólidos. Así, si tu negocio se dedica a la entrega en domicilio de cualquier tipo de comida rápida, éste sería tu envase ideal. De cualquier modo, la ciencia y la tecnología avanzan a grandes pasos, y ya es posible transportar alimentos líquidos en estos envases. Esto es porque al envase de cartón, que en estos casos suele ser bastante grueso, se le añade en el interior una fina capa de poliestireno, lo que permite el transporte de salsas y líquidos. Ten en cuenta, eso sí, que una de las desventajas del cartón es que no guarda la temperatura por mucho tiempo. Aún así, probablemente sea una de las mejores opciones de packaging para restaurantes, y quizá una de las más elegantes, y sobre todo, sostenibles.
El clásico envase de aluminio
El aluminio, por otro lado, es también muy adaptable a diversas situaciones. Se puede congelar, y se puede meter en el horno. Mantiene la temperatura del plato mejor que ningún otro envase, y lo conserva, por tanto, en óptimas condiciones. No es el más caro y sirve además, para líquidos y sólidos. Inconveniente: su imagen pobre y sus escasas posibilidades de personalización.
Espuma de poliestireno
Por último, encontramos en el mercado el poliestireno o el Styrofoam (nombre propio de la marca, que ha robado protagonismo al nombre común). Se trata del típico envase de espuma, la omnipresente bandejita blanca que encontramos en tiendas y supermercados, y cuyo uso se está expandiendo a toda velocidad. Una de sus ventajas es la gran resistencia térmica de este material. Las desventajas son, por un lado, el precio, y por otro, su mala aceptación en relación con el medio ambiente. Y es que se trata de un material de difícil reciclaje y que por tanto, puede ser muy contaminante. De hecho, hay algunos países que ya han prohibido su uso hace años. La legislación en España, sin embargo, no opta por su eliminación del mercado, pero sí que regula su uso.
Algunos consejos para elegir el mejor packaging para restaurantes
Como acabamos de ver, el material de tus envases es un elemento muy importante y que debes valorar detenidamente antes de decantarte por uno u otro. Pero existen también otros factores que pueden resultar igualmente fundamentales a la hora de elegir un packaging para restaurantes que se adecue a tus necesidades.
Evita la contaminación cruzada
Primero de todo, te recomendamos que elijas envases que eliminen toda posibilidad de contaminación cruzada entre los alimentos. Piensa en envases con dos cuencos en uno, en el que una salsa que lleve lactosa pueda mezclarse con el otro alimento al que acompaña. No es que sea muy probable que un alérgico pida esa salsa, pero desconocemos si esos platos se van a compartir entre varias personas. Por ello, mejor sin duda la prevención, es decir, un envase independiente para cada plato.
Personaliza los envases
Por otro lado, debes cuidar y potenciar tu imagen de marca. El envase es la primera impresión (o la segunda después de tu web) que se lleva el cliente. Es conveniente, así, que potencies el branding y que escojas diseños elegantes y poco barrocos. Aunque esto va en gustos, claro, pero lo minimalista suele dar un toque de distinción. Un aspecto más de la imagen del packaging es que hacen la comida más o menos atractiva, según el envase por el que hayas optado.
Crea conciencia responsable en el cliente
Un envase fácilmente reciclable y sostenible reforzará mucho la reputación de tu negocio. Y al mismo tiempo, creará conciencia entre los clientes en mayor o menor medida. Elegir un packaging para restaurantes responsable con el medio ambiente puede incluso potenciar tus ventas, ya que la concienciación sobre este asunto es cada vez mayor. Existiría incluso la posibilidad de utilizar envases retornables incentivando al cliente con un pequeño descuento en el próximo encargo, o directamente devolviéndoles un pequeño importe. Esto sería sobre todo aplicable al take away, y aunque ahora no parezca la opción más viable, es posible que se extienda en un futuro no muy lejano. De hecho ya encontramos alguna que otra compañía americana que utiliza un sistema similar. Nos referimos a In Good Company, que ha implantado un sistema de recogida del envase en el siguiente delivery, o bien acordando una fecha para su recogida por parte de la empresa. Todo un ejemplo a seguir.