La gourmet fast food se está poniendo de moda en nuestros platos. Y aunque parezca una contradicción entre dos términos antagónicos, lo cierto es que los nuevos hábitos de vida de las generaciones más jóvenes, la imparable pérdida u olvido de las tradiciones culinarias de la cocina rural, y el estrepitoso ritmo de vida que llevamos una gran mayoría está favoreciendo la proliferación de este tipo de comida.
Hoy en Manageat, donde nos encanta todo lo relacionado con la gastronomía, nos paramos a analizar qué es eso de la gourmet fast food y qué potencial tiene para restaurantes, cafeterías u otro tipo de negocios gastronómicos o departamentos de F&B de hoteles. ¿Nos acompañas?
Qué es la gourmet fast food
En un intento por resumir al máximo la definición, la gourmet fast food es la clásica comida rápida pero preparada con algo más de sofisticación. La propia frase parece una antítesis en toda su esencia. Pues si desgranamos los términos y nos fijamos en su significados, veremos con claridad que uno se opone al otro y viceversa.
Así, lo gourmet se supone preparado con tiempo y dedicación. Y lo fast es, por el contrario, comida exprés en la que prima esa rapidez por encima de casi todo lo demás. Por otra parte, lo gourmet lleva implícita una imagen de calidad en los alimentos utilizados, mientras que la fast food no suele destacar precisamente por esto, sino más bien por ser bandera de las dietas poco saludables.
Imaginar, entonces, un plato gourmet de comida rápida puede crearnos un pequeño conflicto mental, por no decir filosófico. Pero existe, es una realidad. La gourmet fast food está llegando a nuestras mesas.
Qué tiene de gourmet la gourmet fast food
Otra de las preguntas que puede llevarnos a desvariar en cierta medida. O si no, podemos darle la vuelta y optar por cuestionarnos lo contrario: ¿qué tiene de fast la gourmet fast food? Pues quizá habría que lanzar estas cuestiones a los destacados chefs que han puesto en valor algunos platos típicos de la fast food. Circunstancia ésta que ya de por sí le otorga carácter gourmet a este tipo de comida, simplemente por ser ellos los que la preparan.
Carlos Maldonado cocina unas hamburguesas para delivery, al parecer de lo más exquisitas. El Círculo es su particular negocio de gourmet fast food que le ha servido, principalmente, para superar los estragos causados al sector por la pandemia.
Otro ejemplo es Sr. Brasas, de Dani Garcia, de nuevo un delivery que reparte también hamburguesas cuyas recetas han sido creadas incluso con los colaboradores más dispares (influencers, gamers, etc.).
Dudando aún y pidiendo comprensión a los incondicionales de la comida rápida de toda la vida, incluiríamos en esta selección de ejemplos de gourmet fast food los donuts de edición limitada del recientemente laureado como mejor chef del mundo por segundo año consecutivo, Dabiz Muñoz. ¿Realmente gourmet? Sí que lo serán más seguramente los perritos calientes y las hamburguesas de su itinerante gastroneta.
Por cierto, en todos los casos los precios sí que se ajustan más a la acepción de fast que a la de gourmet, pues no suelen subir de los 15€ o 20€ la hamburguesa. Sí, está claro, un 200% o un 300% más pero no deja de ser un producto asequible.
Cuál es el potencial de este tipo de platos
Probablemente más del que podamos figurarnos. Las generaciones actuales se debaten entre un modelo de vida muy healthy pero al mismo tiempo están apresados en un ritmo frenético que les impide dedicar lo mínimo a sentarse a comer y aún menos a cocinar. Si a esto le sumamos que las tradiciones culinarias van con los años siendo menos tradicionales en los comedores de las nuevas generaciones, entonces sí que cabe pensar que un producto como la gourmet fast food puede ser todo un acierto.
Su relativamente bajo coste, tanto para el cliente como para el negocio gastronómico, es otro punto a favor de este tipo de comida. Igualmente, la buena imagen con cara lavada de estas hamburguesas, perritos y demás que le otorga el adjetivo gourmet es, sin duda, un reclamo con gancho. Por no hablar de que son platos rápidos y fácilmente preparables, normalmente, por muy sofisticados que sean.
Se presta, así, la gourmet fast food, a convertirse en un hito del delivery y del take away, que probablemente obligue a los clásicos negocios de comida rápida a replantearse seriamente su estrategia de marketing.
La gourmet fast food se presenta, en conclusión y en nuestra opinión, como una apuesta poco arriesgada que, sin embargo, puede dar muy buenos resultados. Incluso aunque no seas un chef de renombre. Entonces, ¿por qué no?