La calidad debería ser un factor a tener en cuenta en todo lo que hacemos; y no sólo en nuestro trabajo. También en todos los sectores y en todos los oficios. Hacer las cosas bien no tiene precio y no suele traer más que beneficios, también económicos. Pues lo mismo ocurre con la gestión de la calidad en restaurantes, un aspecto tan esencial como el propio desarrollo de las operaciones y procesos. Porque trabajar bien cuesta lo mismo -o menos- que no hacerlo, y los frutos recogidos distan bastante en uno y otro caso. En Manageat lo sabemos bien. Y por ello dedicamos este artículo a contarte por qué es tan importante gestionar la calidad en un negocio gastronómico y cuáles son las ventajas de llevarlo a cabo. Comenzamos.
Ventajas de la gestión de calidad en restaurantes
Como te decíamos, implementar un sistema de gestión de calidad puede transformar positivamente el desarrollo de los procesos en un restaurante. Entre otras más, citamos las siguientes como principales ventajas.
Menos errores en las operaciones
La estandarización de los procesos a través de la aplicación de un sistema de gestión de calidad en restaurantes reduce notablemente la posibilidad de errores humanos. Pero también los tecnológicos. No quiere decir que no se produzcan, sino que la supervisión humana, el control continuo y el mantenimiento los minimizarán significativamente. Esto se traduce en operaciones más eficientes y un menor margen de errores, como órdenes equivocadas o fallos en la cocina, mejorando así la fluidez del servicio, en general.
Reducción de costes
Una correcta gestión de la calidad no solo mejora la eficiencia, sino que también reduce los costes operativos. Al minimizar los errores y maximizar el uso de los recursos, se puede evitar el desperdicio de alimentos, reducir tiempos de inactividad y optimizar los procesos de compra. Todo esto desemboca, además, en mayores márgenes de beneficio a medio y largo plazo.
Minimización de la posibilidad de incurrir en infracciones
Cumplir con las normativas sanitarias, laborales y de seguridad es esencial para evitar sanciones y multas. La implementación de un sistema de calidad asegura que todos los procedimientos sigan las normativas vigentes. Porque, entre otras cosas, existirá un protocolo de control periódico de todos estos aspectos; en fin, la máxima universal de más vale prevenir que curar. De este modo, minimizarás el riesgo de posibles infracciones y problemas legales indeseados.
Mejor aprovechamiento de los recursos
La optimización de los recursos, tanto materiales como humanos, es otra ventaja clave de contar con un sistema de gestión de la calidad en restaurantes. Optimizar el rendimiento tanto de la energía, como de los ingredientes, del equipo de cocina y del personal en general, y, finalmente, en todo aquello que esté involucrado en las operaciones, es positivo se mire por donde se mire. A este respecto, nos gustaría recordarte lo que es el lean management, y lo conveniente que puede llegar a ser esta filosofía para la optimización de los recursos de un negocio gastronómico. De los recursos y de la gestión en general.
Equipo más fortalecido y motivado
Es más que obvio que si todo va sobre ruedas, el personal se encontrará mucho más a gusto. O debería. Y es que la implementación de un sistema de calidad no solo beneficia en último término a los clientes, sino también a los equipos de trabajo. Al tener procesos claros y un ambiente laboral estructurado, se trabaja de una manera mucho más eficiente. Como consecuencia, el personal se siente más motivado y tiene una mayor sensación de realización y de pertenencia a la empresa. ¿Más beneficios? Mayor retención de empleados y una mejora en el rendimiento general.
Clientes más satisfechos
Como acabamos de mencionar, la satisfacción del cliente es también una de las ventajas de contar con un sistema de calidad en tu restaurante. De hecho, es el resultado más visible de una buena gestión. Cuando los procesos internos funcionan adecuadamente, estamos ante mejoras en el servicio, la calidad de los platos y la atención, lo que incrementa la fidelidad del cliente y la probabilidad de recomendaciones positivas, es decir, la reputación del negocio gastronómico.
Cómo implementar la calidad en tu restaurante
Implementar un sistema de calidad puede parecer desafiante al principio. Pero con una estrategia adecuada y un poquito de paciencia es posible integrarlo de manera rápida y eficiente. Aquí te explicamos los pasos esenciales:
- Definir los estándares de calidad. Lo primero es lo primero. Y si no tenemos claro qué pretendemos conseguir y cuál es el camino, lo llevamos claro 🙂 Debemos, por tanto, definir unos estándares y unos procedimientos, incluyendo desde la calidad de los alimentos como la del servicio, el ambiente, la relación con los proveedores, las operaciones…. Los estándares deben ser comprensibles, medibles y alcanzables.
- Preparar un manual de calidad. En el que se incluirán todos los estándares, los procedimientos y protocolos de actuación. Será, en definitiva, el lugar al que acudir en caso de duda.
- Formar al personal de acuerdo a esos estándares. La capacitación continua del personal es fundamental para asegurar que todos conozcan los procedimientos correctos y cómo aplicarlos en su día a día. Y no solo hablamos del equipo de cocina y el de sala, sino también del personal de limpieza, mantenimiento, así como de gerentes y supervisores.
- Control de procesos, servicios y productos. Establecer mecanismos de control para asegurar que todos los procesos se sigan de manera correcta y que los productos finales (platos y servicios) cumplan con los estándares definidos. Se recomienda realizar auditorías internas y pruebas periódicas con el fin de asegurarse que la gestión de la calidad en tu restaurante está siendo adecuada.
- Revisar normas de seguridad e higiene. Cumplir con las normas de seguridad alimentaria es indispensable para cualquier restaurante. Implementar un sistema de gestión que supervise el cumplimiento de las normativas de higiene y seguridad garantiza un ambiente seguro tanto para los empleados como para los clientes. Todo esto más allá de las normas de obligado cumplimento a este respecto, como son los APPCC.
- Establecer un sistema de retroalimentación. La retroalimentación de los clientes y del personal es vital para mejorar de manera continua. Establece mecanismos para recoger opiniones y sugerencias, como cuestionarios o análisis de reseñas, y actúa sobre la base de la información obtenida.
- Monitorizar y seguir mejorando. La gestión de la calidad es un proceso continuo. Por ello, requiere de un seguimiento constante y la disposición a ajustar los procedimientos según sea necesario. Lo ideal es implementar un sistema de revisión periódica para evaluar si se están cumpliendo los estándares y detectar posibles errores y áreas de mejora.
Existen muchos sistemas de gestión de calidad que pueden implementarse en restaurantes y negocios gastronómicos. Los más conocidos podrían ser la norma ISO 9001, la ISO 22000, la Q de Calidad Turística o el SICTED, entre otros. Todos pueden resultar muy útiles para cumplir con unos altos estándares en lo que respecta a productos, servicios, procesos, seguridad, instalaciones y muchos otros aspectos más. Sin embargo, también es posible llevar una gestión de la calidad en restaurantes desde dentro, si cuentas con un task force que supervise la operatividad del negocio.
